La vida laboral puede ser una fuente de satisfacción o el origen de un profundo malestar. Las condiciones socioeconómicas generales, el funcionamiento de cada empresa, las características de cada puesto y determinadas competencias personales, condicionan el estilo de vinculación laboral.

Nuestro actual ritmo vital favorece fenómenos que, aunque existentes en otras facetas de nuestra vida, se presentan de manera más precisa en el mundo laboral. Situaciones como el estrés, el burnout o el mobbing, conforman los denominados Riesgos Psicosociales, de creciente importancia y muchas veces olvidados, por ser intangibles y más difíciles de constatar.

Aunque pueden estar presentes en todas las personas, algunas profesiones se muestran especialmente vulnerables a estos riesgos. Es el caso de las profesiones relacionadas con la prestación de servicios a otras personas, en las que las habilidades para la relación social son elementos clave.