¿Qué es?
El acoso laboral o acoso moral, fue bautizado en 1980 como mobbing ('acosar', 'hostigar') por el científico Heinz Leymann. Podríamos definir al mobbing como la violencia psicológica ejercida hacia una persona en su puesto de trabajo, de manera reiterada y deliberada. El objetivo es dañar psicológicamente, “hacer la vida imposible”, con el fin de que la víctima abandone su empleo. El hostigamiento lo pueden realizar una o varias personas.
Esta violencia se ejerce a través de una gran variedad de actos negativos y hostiles: agresividad verbal, vejación pública, sobrecarga laboral, amenazas y coacciones, discriminación, ocultación de información, difamación, críticas y castigos excesivos, excluir o ignorar a la persona, etc.
Según las relaciones existentes en un entorno laboral, se puede expresar de distinta forma. Puede tratarse de mobbing vertical (descendente o ascendente) o mobbing horizontal. El mobbing se da normalmente por parte de una persona de un puesto superior a otra de un puesto inferior (vertical, descendente), pero también puede darse entre personas del mismo nivel (horizontal), o hacia una persona de un puesto superior (vertical ascendente),
Aunque potencialmente cualquier persona puede ser acosadora o víctima, se han observado una serie de características personales más comunes en cada una de estas figuras.
Parece que hay un consenso entre autores sobre las capacidades laborales mediocres de las personas agresoras que, conscientes de sus limitaciones y temerosas de perder privilegios, defienden con excesivo celo sus funciones o estatus laboral ante cualquier amenaza que crean percibir. Así, pueden ser personas envidiosas y desconfiadas que aunque socialmente se desenvuelven con éxito, carecen de empatía. Suelen ser excesivamente racionales y rígidas, con dificultades para expresar sus emociones.
Las víctimas suelen ser personas trabajadoras, brillantes, creativas y responsables, con motivación hacia su trabajo y la mejora de su entidad, algo que es visto como una competencia hacia y por la persona acosadora. Además puede ser una persona que haya desarrollado poco su asertividad, con problemas de comunicación y que considera que la autoridad no debe ser cuestionada.
Situaciones que favorecen el mobbing
La combinación de las siguientes variables puede favorecer la aparición del acoso moral en el trabajo:
El contexto social
El contexto sociocultural en que vivimos que promociona la competencia, el individualismo, que considera que todo vale para conseguir unos fines concretos.
El contexto laboral
En general, en el contexto laboral cualquier situación estresante puede ser desencadenante de conflictos, que son un buen caldo de cultivo para el mobbing. Situaciones como:
- Deficiencias en la organización del trabajo.
- Una gestión empresarial autoritaria.
- Una comunicación insuficiente.
- Incapacidad para resolver conflictos
- La inseguridad laboral.
- ...
Una vez iniciada una situación de acoso, es determinante en su agravamiento el posicionamiento que ante él puedan tener las propias compañeras y compañeros de la víctima, y la jerarquía de la empresa: negar el conflicto o implicarse activamente en él.
Algunos datos
Cualquier persona que sufre un ataque continuo, está siempre alerta, en guardia, preparada para defenderse. Ya hemos visto que las situaciones de alerta mantenidas en el tiempo generan estrés.
Las consecuencias de este acoso son alteraciones físicas como dolores musculo-esqueléticos, cefaleas, alteraciones del sueño, pérdida de apetito, mareos, hipertensión, etc. y alteraciones psicosociales como ansiedad, irritabilidad, depresión, apatía, dificultades de concentración, sentimientos de inseguridad y de culpa, retraimiento en las relaciones sociales, abuso de drogas, ideas suicidas, etc.
La “VI Encuesta nacional de condiciones de trabajo” realizada por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales en 2007 http://www.oect.es/Observ...ropios/Desarrollados/Ficheros/Informe_VI_ENCT.pdf revela que las relaciones interpersonales en el trabajo son valoradas de forma negativa por un 6,6% de las y los trabajadores.
La “Cuarta encuesta europea sobre condiciones de trabajo” http://www.eurofound.europa.eu/pubdocs/2006/78/es/1/ef0678es.pdf, realizada por la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo en 2006 señala que el señala alrededor del 5% de las personas ha sido víctima de violencia, hostigamiento o acoso moral en el trabajo en los 12 meses anteriores.
Existe una intensa relación entre ser víctima de acoso y padecer problemas psicosomáticos: el 41% declara dificultades para dormir, el 39,1% tiene sensación continua de cansancio, el 28,8% sufre dolores de cabeza, el 39,7% se siente tenso e irritable, el 41,6% se siente agotado emocionalmente y el 25,6% no consigue dejar atrás sus problemas
Como en el resto de los Riesgos Psicosociales se continúa sin tomar medidas serias para afrontar este problema a pesar del coste económico que genera: en el estudio “Impacto económico del acoso psicológico laboral – mobbing – en la CAPV” realizado con datos económicos de 2002 http://www.cica.es/aliens/jaesca...%20pdf%20tc/115tc.pdf se estima que:
- Los costes por bajas laborales de las personas afectadas por mobbing están entre los 240,4 y 769,4 millones de euros.
- El gasto por consumo de fármacos antidepresivos por estas personas afectadas oscila entre 2,8 y 9 millones de euros.
- El gasto psiquiátrico de personas afectadas en el territorio Histórico de Gipuzkoa estuvo entre los 128.000 y 410.000 euros.
A estos costes habría que añadir los que sufre la misma empresa. Un problema como el mobbing disminuye la productividad laboral, viéndose afectada de manera especial la comunicación y el trabajo en equipo, además del descenso en el rendimiento o la ausencia por baja de la persona afectada.