Una de las maneras más eficaces de prevenir los riesgos psicosociales es promover el bienestar de las personas trabajadoras, actuando en diversos aspectos:
En la organización:
- Aprobar una declaración de principios que recoja el compromiso de la organización con la prevención de riesgos psicosociales, aprobada por la dirección.
- Favorecer que el Servicio de Prevención de la organización incorpore estos riesgos en igualdad de condiciones respecto a aquellos otros más consolidados, elaborando los correspondientes protocolos de detección y evaluación de riesgos psicosociales.
- Formar al personal auxiliar, al personal técnico, a los mandos intermedios y a la dirección en las Habilidades para la Vida presentadas en esta web: manejo de conflictos, relaciones interpersonales…
- Proporcionar ayuda psicológica a quien padezca alguno de estos riesgos psicosociales.
- Diseñar un clima laboral respetuoso con las personas, en el que se valore el trabajo desarrollado, se reconozca el esfuerzo, se felicite por los resultados conseguidos y se promueva un nivel bajo de estrés.
En cuanto a los puestos de trabajo:
- Definir de manera clara los roles de cada persona.
- Establecer un adecuado proceso de selección y acogida, con objeto de asegurar que las personas recién incorporadas conozcan sus derechos y las expectativas de la organización respecto a los riesgos que acabamos de ver.
- Favorecer el trabajo en equipo, que además de propiciar resultados más fructíferos, facilita unas relaciones interpersonales más saludables.
- Reorganizar el tiempo de trabajo contemplando horarios flexibles que permitan conciliar la vida laboral con la vida personal.
- Propiciar la adecuación entre los ritmos de trabajo y las posibilidades de las personas y los equipos.
- Fomentar la realización de tareas diversas y no repetitivas, alternando, en la medida de lo posible, aquellas que requieran mayor esfuerzo intelectual con otras que conlleven menos exigencias mentales.
- Rediseñar el lugar de trabajo para que la actividad en él resulte agradable (luminosidad, ambiente sonoro adecuado, temperatura…)
En cuanto a las personas:
- Ajustar los conocimientos y las capacidades de las personas a las exigencias y retos del trabajo.
- Propiciar la comunicación y transmisión de experiencias entre compañeros/as, superiores y, sobre todo, personal nuevo, realizando una adecuada acogida por parte de todo el personal.
- Permitir y favorecer la autonomía de las personas y su participación en la toma de decisiones, una buena cohesión de grupo y una comunicación adecuada.
- Generar una adecuada red de apoyo entre el personal de la empresa, ya sean personas trabajadoras o directivas.
- Estimular la iniciativa y la creatividad de cada persona que generará así un crecimiento personal con claros beneficios para la organización.
Necesidad de las Habilidades para la Vida
Como se podrá observar para seguir las recomendaciones ofrecidas en los anteriores apartados son necesarios de por sí una serie de recursos, como la empatía, las relaciones interpersonales, el pensamiento crítico, la asertividad, la toma de decisiones, la solución de problemas y conflictos...
Las Habilidades para la Vida nos ofrecen un repertorio de destrezas útiles y necesarias en cualquier faceta personal y social. También para la prevención de riesgos y el desarrollo de competencias. Son 10 habilidades que deben ser entendidas en su conjunto: ninguna es prescindible, todas son importantes y unas sirven y complementan a las otras.